Dhardo Rimpoche y Sangharakshita forjaron una profunda amistad durante una delegación de "budistas eminentes de las áreas fronterizas" invitados por el gobierno indio a Delhi, pasando por los lugares sagrados budistas, como parte de las celebraciones del 2500 aniversario del budismo en 1956-7. Un incidente durante este viaje, en el que la previsión y generosidad de Rimpoche al proveer incienso y velas para todos los miembros ante un imprevisto en un templo, ilustró su carácter atento y preparado.
A pesar de ser reconocido como el decimotercer Dhardo Tulku, Rimpoche restaba importancia a la idea de la reencarnación, recordando vagamente memorias de una vida anterior que se desvanecieron con el tiempo. Nunca se consideró un gran lama, aunque actuó como tal, desarrollando sabiduría y compasión, una cualidad que animaba a otros a cultivar para "convertirse en Rimpochés".
Nacido en 1918 en Dhartsendo, en el este del Tíbet, fue reconocido tempranamente como tulku y pasó su juventud dedicado al estudio y la disciplina espiritual en monasterios Gelug, incluyendo el gran Drepung cerca de Lhasa. Allí recibió una rigurosa educación bajo la tutela de Yeshe Lhondup, culminando en su título de Lharampa Geshe con distinción. Sin embargo, la severidad de sus estudios tántricos afectó su salud, obligándolo a viajar a la India en busca de tratamiento médico.
Su llegada a Kalimpong fue recibida con entusiasmo por la comunidad tibetana local. Tras recuperarse, realizó una peregrinación a Bodh Gaya y enseñó brevemente en Kalimpong antes de ser llamado de vuelta a Lhasa. Poco después, fue designado para revitalizar un nuevo monasterio tibetano en Bodh Gaya, donde enfrentó desafíos pero también comprendió la crucial importancia de preservar el Dharma en el exilio tras la invasión china del Tíbet.
Dhardo Rimpoche desempeñó un papel vital en la vida religiosa de la comunidad budista de Kalimpong y fundó el Instituto Cultural Budista Indo-Tibetano (ITBCI) para proporcionar una educación tradicional tibetana a los niños refugiados. Aunque inicialmente consideró viajar a Occidente para enseñar, reconoció las barreras lingüísticas y culturales. Su encuentro con Sangharakshita en Kalimpong en 1953 cambió esta perspectiva, al ver en el monje inglés un futuro traductor del Dharma al contexto occidental. Su profunda conexión se convirtió en una amistad íntima, llevando a Rimpoche a otorgar a Sangharakshita la ordenación Bodhisattva.
A lo largo de su vida, Dhardo Rimpoche luchó por mantener su escuela abierta, recibiendo finalmente apoyo del Karuna Trust. Continuó recibiendo con alegría a los discípulos de Sangharakshita, sin hacer distinción entre ellos y los suyos propios. Consciente de su delicada salud, realizó una última peregrinación a Nepal antes de fallecer en Kalimpong en 1990. Al hablar sobre su posible reencarnación, enfatizó la necesidad de que el niño poseyera una compasión continua hacia los demás, una cualidad que él mismo encarnó profundamente.