Esta es una transcripción de una charla dada en el día de Triratna 2021 del budista zen comprometido y académico David Loy
Aquí tieners su charla original en inglés:
Estoy realmente encantado de formar parte de esta conversación tan importante y crucial.
Me gustaría comenzar con algo que dijo Noam Chomsky en una entrevista el año pasado. No estoy seguro de cuán familiar está la gente con Chomsky, pero es un importante crítico intelectual y social aquí en los Estados Unidos.
Dijo : “Estamos viviendo ahora en el momento más peligroso de la historia de la humanidad”, lo cual es bastante decir. Inmediatamente intenté pensar en algunos contraejemplos, pero no pude. Creo que tiene razón. No solo habla de la crisis climática o el colapso ecológico más amplio, pero sin embargo eso es lo primero que menciona y creo que es ciertamente lo que sobrepasa todo lo demás porque lo que hacemos on dejamos de hacer en la próxima década va a tener enormes ramificaciones para muchas generaciones, probablemente durante muchos siglos por venir.
Y por supuesto, la pregunta para nosotros aquí es '¿Qué tiene que ofrecer el budismo?' que nos puede ayudar a entender esta crisis y responder a ella. Una respuesta es 'Tal vez nada'. El Buda vivió en un tiempo y lugar muy diferentes, como mencionó Shantigarbha , la India de la Edad del Hierro, y ciertamente no enfrentó el tipo de problemas tecnológicos, o los problemas ecológicos que enfrentamos ahora. No obstante, creo hay implicaciones realmente importantes que están integradas en sus enseñanzas que podemos extraer, y quizás la más importante es la que ya se mencionó. Creo que el Camino del Bodhisattva, especialmente si lo entendemos de una manera no sectaria, no simplemente como una forma en que el Mahayana afirma su superioridad sobre el Theravada o algo así, sino más bien como una forma de señalar la forma de vivir en el mundo. Una forma que claramente diría que debemos explorar y desarrollar en respuesta a la situación que enfrentamos ahora.
Para empezar, recuerdo dos breves relatos zen. Cuando recordamos la magnitud del desafío al que nos enfrentamos, recuerdo al alumno que le preguntó al Maestro: '¿Qué debemos hacer cuando vienen tiempos difíciles?'. Esto es un poco difícil de mostrar en la cámara, pero básicamente el Maestro extendió los brazos como para dar un abrazo: 'Bienvenido. Bienvenidos'. En otras palabras, en nuestro camino no se trata de evitar tiempos difíciles. No es como si debiéramos pensar en los tiempos difíciles como una distracción del camino que estamos intentando seguir, pero en realidad es una parte esencial de él, como intentaré explicar.
La otra historia zen que me viene a la mente: hubo un alumno del maestro chino Chan Yunmen que le preguntó: "¿Cuál es el fruto de toda una vida de práctica?" Y Yunmen contestó 'Responder adecuadamente'. Responder adecuadamente. En otras palabras, nunca debemos pensar en nuestro camino budista como una forma de trascender el mundo o volvernos indiferentes a él. Más bien es una forma de sentirse más comprometido con él. Tal vez esa sea la mejor manera de expresarlo. Para responder más adecuadamente a ella.
Pero de nuevo, este desafío ¿Cómo respondemos adecuadamente a algo tan enorme? Y es por eso que creo que el camino del Bodhisattva es tan importante hoy.
Me gustaría hablar sobre tres aspectos que creo que, para mí, llegan al corazón de lo que se trata.
El primer aspecto es que los Bodhisattvas tienen un camino doble o, supongo que se podría decir, un camino de dos lados. En otras palabras, continúan trabajando en su propia práctica individual, su meditación, cantando o lo que sea, pero también se dan cuenta de que eso es insuficiente. También necesitan estar comprometidos con el mundo, ayudar a las personas - y no es simplemente que estos dos caminos vayan muy bien juntos. Más fundamentalmente, si realmente llegamos a lo que esto apunta, podemos ver que estos dos caminos, o los dos lados del camino, se necesitan mutuamente. Muchos de nosotros estamos familiarizados con eco-activistas, activistas socialmente comprometidos, incluso si nosotros mismos no estamos comprometidos así. Y sabemos que es un camino muy difícil en el sentido de que no es fácil evitar quemarse, frustrarse, enfadarse y por eso algo como un camino budista o contemplativo puede ser muy importante para ayudarnos a encontrar y recuperar el tipo de ecuanimidad que necesitamos para no perder el equilibrio, para no quemarnos.
Pero también funciona al revés. Si realmente entendemos el camino budista, podemos ver cómo se desarrolla naturalmente para incluir algún tipo de compromiso social.
Cuando comenzamos, ya sabes, cuando llegamos por primera vez a la práctica budista, creo que en casi todos los casos lo hacemos porque hay cierta insatisfacción en nuestras vidas. Hay algún problema, nuestras vidas no funcionan tan bien como nos gustaría y, por lo tanto, inevitablemente, al comienzo de nuestra práctica, tiende a haber cierto tipo de preocupación por uno mismo. '¿Qué beneficio hay para mí?'. Bueno, es encontrar algo de ecuanimidad. Y, sin embargo, a medida que nos involucramos más, a medida que nos adentramos más en la práctica y experimentamos más lo que eso implica, creo que comenzamos a comprender ese tipo de preocupación por uno mismo, de nuevo "¿Qué beneficio hay para mí?" - existe la peligrosa presunción de que, de alguna manera, mi propio bienestar va a estar separado del bienestar de otras personas. En otras palabras, a medida que realmente nos adentramos más en el camino, podemos ver cómo necesitamos superar esa preocupación fundamental por nosotros mismos porque está en el corazón de nuestro dukkha. ¿Verdad?
Me acuerdo de una cita maravillosa de un maestro neo-Vedanta, Nisargadatta quien dijo:
'Cuando miro dentro y veo que no soy nada, eso es sabiduría. Cuando miro hacia afuera y veo que soy todo, eso es amor. Entre estos dos, mi vida gira.’ Guau.
Eso es realmente budismo, ¿no? Estamos hablando de los dos pilares, las dos alas del camino budista, la sabiduría y el amor o, como solemos decir, la sabiduría y la compasión, y lo que creo que es realmente importante acerca de esta cita es que Nisargadatta nos muestra la relación entre los dos: el amor aquí como él lo expresa no es sólo un sentimiento. El amor es una forma de estar en el mundo que encarna, que desarrolla, la sabiduría de la que él hablaba, la sabiduría de darnos cuenta de nuestra no dualidad, o nuestra no-separación de otras personas.
Franz Kafka en una carta a, en una de sus cartas, creo que lo expresó muy bien cuando dijo: "Puedes evitar los sufrimientos del mundo, eso es algo que puedes hacer libremente, pero tal vez reprimirte así es el único sufrimiento que podrías evitar'. ¿Por qué? Porque esa represión va al corazón de nuestro sufrimiento, que es la ilusión de un yo separado.
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Creo que en cierto modo la cita habla por sí sola. Creo que muchos de nosotros, muchos en el mundo budista, todavía tenemos una cierta idea romántica sobre la práctica: de alguna manera podemos apartarnos, digamos como Milarepa en la tradición tibetana, quien supuestamente se recluyó durante muchas décadas, vivía de ortigas que tiñeron su piel de verde y recorrió todo el camino hacia la Budeidad en el proceso. De alguna manera, creo que está muy arraigado en muchos budistas: 'No me molestes con cuestiones sociales. Déjame en paz. Cuando esté profundamente iluminado, volveré y participaré'. Y creo que es un malentendido muy peligroso del Camino.
Creo que Joanna Macy lo expresó muy bien cuando dijo que el mundo tiene un papel que desempeñar en nuestro Despertar. Y recuerdo mi propia experiencia Zen, cuando empecé a practicar, viviendo en el zendo de Maui. Fue bastante intensa, aunque no fuéramos un centro de meditación convencional. Pero nos sentamos con asiduidad, las experiencias, las percataciones, no eran tan infrecuentes, pero no fui el único que se dio cuenta de que lo más desafiante, lo más difícil, era integrar lo que estábamos descubriendo en cómo realmente nos relacionábamos con otras personas porque tus hábitos de auto-preocupación no desaparecen automáticamente solo porque tienes un momento de trascender a ti mismo o de comprensión de la naturaleza de la realidad: esos siguen funcionando. ¿Y cómo superamos esos hábitos? Es por salir y comprometerse con el mundo.
También recuerdo algo que a Ram Dass le gustaba decir 'Así que crees que estás iluminado, ¿eh? Bueno, ve a pasar las vacaciones con tu familia.’ Ve a pasar las vacaciones en una situación en la que las personas tengan estas expectativas y tú tengas estos hábitos de cómo te relacionas con ellos.
Lo que entendió es que el Camino es una herramienta de autoafilado en el sentido de que meditamos, suceden cosas, salimos y nos relacionamos con otras personas...así vemos dónde todavía estamos atascados. Y luego eso retroalimenta nuestra práctica y creo que es más cierto en el caso del compromiso social, especialmente el compromiso ecológico. Como dijo Komo Daishi, uno de los fundadores del zen japonés, el budismo japonés: "La medida de nuestra iluminación es cómo servimos a los demás".
Bob Thurman aquí en los EE. UU. solía decir, le gustaba decir 'La gente siempre habla de practicar, practicar, practicar [ensayar, ensayar, ensayar]. Lo que quiero saber es ¿cuándo es la función?' Y creo que el punto es que la actuación, cómo vivimos realmente en el mundo, se convierte en parte de nuestra práctica. Aprendemos de eso, es esa interacción entre los dos lo que se vuelve tan importante.
O podemos decirlo de otra manera: que la persona que más se beneficia del compromiso social de un Bodhisattva es el propio Bodhisattva o la propia Bodhisattva.
Así que de nuevo, este primer punto, comprender la importancia de traer estas dos caras de la moneda, esta doble práctica, integrándola en la forma en que realmente vivimos.
El segundo punto que quiero enfatizar está relacionado con el hecho de que creo que, francamente, hoy en día tenemos una comprensión un poco más profunda de dukkha que la expresada en el canon budista, lo cual sé que es algo radical para decir, así que déjame intentar explicarlo. Me parece que el Buda fue, (nuevamente, me baso en lo que dijo, lo que está registrado en el canon Pali) creo que el Buda fue probablemente más progresista que la institución que se desarrolló después de su muerte. Cuando miras su actitud hacia las mujeres y la casta, me refiero a India en ese momento y todavía es muy, muy patriarcal y, sin embargo, creó una sangha de mujeres, basada en su comprensión de que las mujeres tenían la misma naturaleza de Buda, el mismo potencial para despertar.
Y del mismo modo, cuando te uniste a cualquiera de las sanghas budistas , perdiste tu casta. Supongo que el equivalente hoy sería el racismo. En el sentido de que Buda no distinguió socialmente de esa manera. Y la implicación es que tuvo una idea de cómo el patriarcado y el sistema de castas eran causas de dukkha en ese momento en la India - y, sin embargo, después de su muerte, ¿qué sucedió? la sangha de mujeres desapareció lentamente, francamente, creo, porque probablemente a los monjes no les gustó la competencia para decir la verdad. En cualquier caso, India se revirtió, el budismo se volvió patriarcal y, de hecho, todas las sociedades budistas asiáticas son patriarcales hasta cierto punto.
Y también casta. Es interesante la forma en que el Buda... Después de que Buda murió, este nuevo culto está preocupado por sobrevivir y prosperar, por lo que debe tener cuidado con su relación con los reyes y otras autoridades y no los va a desafiar de la manera que, por ejemplo, los profetas hebreos lo hicieron. Más bien, la enseñanza del karma podría usarse, y creo que se usó, para racionalizar el poder del rey. Si alguien nace príncipe, debe tener muy buen karma.
Y, de hecho, básicamente, lo que le sucedió al sistema de karma es que, en las enseñanzas budistas tradicionales, si estás sufriendo, si tienes dukkha, se debe a que, básicamente, es tu culpa. No culpes a nadie más, tienes que mirar tus acciones pasadas en esta vida o en vidas anteriores. Y, francamente, creo que eso ya no es aceptable.
Una vez escuché a un maestro tibetano decir 'Oh, qué terrible karma deben haber tenido todos esos judíos en la Alemania nazi para nacer en ese momento en ese lugar'. Francamente, creo que ese tipo de actitud ya no sea aceptable, culpar a la víctima. Sabemos mucho más sobre las fuerzas sociales, cómo la gente puede quedar atrapada. Y básicamente lo que estoy señalando es el hecho de que no podemos simplemente entender los tres venenos, los tres venenos tradicionales, o los tres fuegos, la codicia, la mala voluntad y la ilusión, simplemente no podemos entenderlos como si funcionaran solo en un nivel individual sino tenemos que entender que en algún grado se han institucionalizado.
Por ejemplo, si la codicia significa que nunca tienes suficiente, bueno, creo que es una muy buena descripción de nuestro sistema económico, tanto el consumismo que fomenta como en las empresas: cómo nunca son lo suficientemente rentables, su participación de mercado nunca es lo suficientemente alta, el precio de sus acciones nunca es lo suficientemente alto - más y más es el nombre del juego. ¿Y no es esto delirio institucionalizado?
Asimismo, la mala voluntad institucionalizada. Bueno, hay varias versiones de eso. Aquí en los EE. UU., el clásico podría ser nuestro militarismo, el hecho de que gastamos… (tal vez digámoslo de esta manera, si estamos aquí en los EE. UU., y tendrá que aplicar esto como quiera en Inglaterra, Alemania y en otros lugares)… si se mide por la cantidad de recursos que se destinan a las fuerzas armadas, es bastante obvio que EE. UU. es la sociedad más militarizada en la historia de la humanidad y, por supuesto, eso nos da la oportunidad y, de hecho, la libertad, de ejercer nuestra influencia en la forma en que lo hacemos. , en la forma en que terminamos bombardeando muchos otros países etc. De todos modos, esto lo propongo como un ejemplo de mala voluntad institucionalizada y también de ilusión institucionalizada.
Hoy todos estamos familiarizados con las noticias falsas o ‘fake news’. Gran parte de los medios de comunicación son de propiedad privada. Ellos mismos son corporaciones que no están realmente interesadas en educarnos o informarnos sobre lo que realmente está pasando. Eso está subordinado al énfasis en encontrar formas de captar nuestra atención, nuestros globos oculares, y venderla al mejor postor. Es decir, acaban reforzando el consumismo de esa forma, siempre hay un sesgo económico, capitalista, en la forma de entender y presentar las noticias.
Bueno, uno podría continuar de esa manera, pero creo que pueden ver a dónde voy aquí... la importancia de comprender los problemas que enfrentamos hoy no se puede reducir simplemente al karma individual, sino que tenemos que ver cómo también son estructurales. Y eso significa que también existe el desafío de una respuesta estructural o colectiva.
Al menos aquí en los EE. UU., no puedo hablar por el Reino Unido, en la última generación más o menos, hemos mejorado mucho en la actividad individualizada del Bodhisattva, entendida como los individuos que ayudan a otros. Tal vez comedores de beneficencia para personas sin hogar o dharma en la cárcel o el movimiento hospicio - ese tipo de cosas. O para decirlo de otra manera, creo que nos hemos vuelto mejores para sacar del río a las personas que se están ahogando.
Pero todavía nos enfrentamos a este desafío '¿Quién o qué los está empujando, río arriba?' ¿Por qué hay tantas más personas que se están ahogando, para mantener la metáfora? ¿Cómo entendemos y cómo respondemos a este tipo de desafíos estructurales?
Ciertamente podemos ver, en relación con lo ecológico, vemos el problema de las empresas de combustibles fósiles y sus programas de desinformación y presión, la forma en que pueden subvertir el proceso democrático, al menos aquí en los EE. UU., con campañas aportes y demás.
Cuando [Bill McKibbin ???] estuvo en París para las charlas ecológicas hace unos años, una mujer le preguntó: '¿Qué puedo hacer yo como individuo?'. Y me respondió: 'Deja de ser un individuo'. Y, por supuesto, no quiere decir eso literalmente, y ciertamente creo que todos tenemos la responsabilidad individual de reducir nuestra propia huella de carbono individual, pero es muy importante darse cuenta de que eso no es lo único o, incluso diría, lo principal. Necesitamos trabajar juntos para transformar la forma en que funciona el sistema económico, para abordar las fuerzas estructurales que defienden los combustibles fósiles y ese tipo de cosas. Y es interesante porque creo que también es un desafío para nuestras sanghas budistas . Hablando por lo menos aquí en los EE. UU., cuando pensamos en los tres tesoros, tenemos muchos Budas, es decir, maestros, muchas enseñanzas del dharma, pero en muchas maneras todavía estamos un poco débiles en la sangha. Y me parece que a medida que las cosas continúan deteriorándose ecológicamente, eso quizás sea lo más importante de todo. ¿Somos parte de una comunidad, somos parte de una comunidad amorosa donde las personas están allí unas para otras, para ayudarse mutuamente? Si vamos a abordar con éxito los desafíos institucionalizados estructurales, tenemos que trabajar juntos como grupos en lugar de entender el desafío como algo que simplemente requiere una respuesta individual.
Ese es el segundo punto: nuestra comprensión de dukkha, el sufrimiento, hoy: que necesitamos una visión más amplia, que no entienda simplemente el karma a nivel individual, sino que mire lo que podría llamarse, no solo dukkha institucionalizado, sino karma institucionalizada.
El tercer y último punto es que el camino del Bodhisattva no nos dice qué hacer. Y eso tiene sentido, si miras todas las tradiciones budistas asiáticas, no tenían nuestros problemas. Lo que hace el Camino del Bodhisattva es decirnos cómo hacerlo. Da muchos consejos sobre cómo participar en lo que sea que decidamos involucrarnos.
Hay muchas cosas diferentes de las que uno podría hablar aquí, pero me gustaría centrarme en una que para mí realmente se destaca porque creo que habla de la frustración particular, el dolor e incluso la desesperación que muchos de nosotros sentimos por la situación en la que nos encontramos ahora. Lo que quiero decir con esto es que una de las características más importantes de la actividad del Bodhisattva es que los Bodhisattvas actúan sin apego a los resultados de sus acciones.
De hecho, en el canon Pali, el Buda dice que una característica de una persona Despierta, las acciones de una persona Despierta, es que sus acciones son nidassa , que puede traducirse 'sin expectativa' o incluso 'sin esperanza'. E incluso encuentras esto en la enseñanza Lojong del Tíbet, el Aforismo 28 enfatiza: 'Abandona la esperanza o expectativa de realización' - no te dejes atrapar por el futuro, quédate en el momento presente.
Pero, ¿qué tiene que ver eso con el activismo social? Creo que es fácil malinterpretarlo, especialmente porque el budismo enfatiza mucho nuestra motivación, la intención detrás de nuestras acciones. Así que podríamos pensar, eso significa, bueno, no importa si lo que hago tiene algún efecto. Lo único que es importante es la pureza de mi motivación. Y creo que es un malentendido realmente peligroso, así que me gustaría terminar tratando de desglosar un poco lo que significa actuar sin apego a los resultados.
Para empezar, reflexionen conmigo por un momento sobre la diferencia entre correr una carrera de 100 metros y una maratón. Cuando estás corriendo una carrera de 100 metros, no tienes tiempo para pensar en nada más que llegar al otro extremo lo más rápido posible. Pero no hace falta decir que no puedes correr un maratón de esa manera, te vas a quemar muy rápido. Lo que debes hacer es ir en la dirección correcta, sin duda, pero en lugar de concentrarte en la meta, debes concentrarte como dice el aforismo de Lojong : "Quédese en el momento presente", debes concentrarte en lo que está pasando aquí y ahora. Solo este paso, no tienes que preocuparte por la meta, si vas en esta dirección tarde o temprano llegarás allí, pero por el momento, es solamente este paso. De hecho, en japonés hay un término para eso 'Tada' = 'solo esto' e incluso en las enseñanzas budistas anteriores, ' tathada ' = 'solo esto', ¿verdad?
Y , por supuesto, esto es lo que nuestra práctica siempre nos ha animado a hacer. Cuando nuestras mentes divaguen, regresen al ahora… en nuestro compromiso, en nuestra actividad comprometida, también debemos hacer esto.
Pero hay más que decir. Un maratón, ok, tarde o temprano vas a llegar, son 26 millas o algo así, ¿no? Pero ¿qué tal una carrera, bueno no la llamemos carrera, qué tal un camino que no tiene fin? Una tarea - un compromiso social que no tiene fin como, en la tradición Mahayana, salvar a todos los seres sintientes o ayudar a todos los seres vivos a despertar. (Sea como sea nuestro entendimiento de eso). Estoy pensando, por supuesto, en los cuatro votos del Bodhisattva que se recitan en los monasterios zen todos los días. Y el primero dice exactamente eso: 'Los seres vivos son innumerables, juro salvarlos a todos'.
Ahora bien, si realmente entendemos lo que significa ese compromiso, ¿cómo podemos evitar sentirnos abrumados? Estamos prometiendo hacer algo que literalmente no se puede lograr. Pero en realidad ese no es el problema, sino el verdadero sentido de esto.
Dado que la meta de salvar a todos los seres sintientes del universo no es algo que tú o yo vayamos a lograr, lo que el voto realmente pide es una reorientación en el significado de nuestra vida, lejos de nuestra habitual preocupación por nosotros mismos: "¿Qué beneficio hay en esto para mí?'
¿Qué puedo hacer para que este mundo sea mejor para todos, dándome cuenta de que todos somos parte de los demás? Entonces, lo importante en el día a día no es la meta inalcanzable sino la dirección de tu esfuerzo y si tenemos éxito en lo que hacemos, está bien pero no nos preocupamos en felicitarnos. Siempre hay mucho más por hacer. Del mismo modo, si estamos frustrados, no dejamos que eso nos detenga, pero encontramos una forma diferente de actuar, una forma diferente de abordar el problema o tal vez nos damos cuenta de que ese no es el problema que necesita ser abordado en este momento en absoluto.
Eso suena como una molestia interminable, pero en realidad no lo es, una vez que comenzamos a comprender y darnos cuenta de nuestra no-dualidad con otras personas, esto es lo que queremos hacer, este es el significado de la vida de uno, ¿verdad? Así es como queremos vivir. Se convierte en nuestra pasión y nuestra alegría vivir de una manera que encarne este voto tanto como sea posible y, por supuesto, en el proceso, encajando con lo que estaba diciendo antes, cómo esto reorienta nuestras formas habituales de pensar y actuar en el mundo y así nos volvemos menos preocupados por nosotros mismos, lo cual está en el corazón de nuestro sufrimiento nuestro dukkha.
Pero finalmente hay un tercer punto que también se destaca aquí. De hecho, se destaca sobre todo porque francamente, si somos honestos, la crisis climática o la emergencia ecológica se ve muy difícil, como sabemos, y existe la posibilidad muy real de que nuestros esfuerzos sean en vano porque estamos tan cerca de, o incluso puede haber pasado, puntos de inflexión. Ciertamente, hay algunos científicos que, al menos en privado, se han vuelto muy pesimistas. Es muy difícil anticipar lo que va a pasar, pero en muchos sentidos no tiene buena pinta.
Simplemente no lo sabemos.
¿Has oído eso antes? Simplemente no lo sabemos. ¿Te suena? Al menos en el mundo zen, eso es algo que cultivamos. 'la mente de no saber' - no saber es lo más íntimo.
Para los pacificadores Zen, el primero de sus tres principios es No saber, seguido de Dar testimonio de las alegrías y el sufrimiento del mundo y luego Tomar acciones que surgen de ese no saber y dar testimonio. La importancia de no saber aquí es que nos permite ser mucho más espaciosos, más conscientes de nuestra propia reactividad, más abiertos a la perspectiva de los demás, no tan obsesionados. Es más una forma de interactuar con el mundo tal como es aquí y ahora. No sabemos qué va a pasar después. Pero hacemos lo mejor que podemos, respondiendo de la forma más apropiada y lo mejor que podemos de acuerdo con lo que entendemos. Pero al mismo tiempo estamos listos para cambiar eso a medida que cambia nuestra comprensión de la situación.
A uno de mis maestros, Robert Aitken, le gustaba decir que nuestra tarea no consiste en explicar el misterio sino en dejar claro el misterio mismo. En el camino espiritual no se trata de llegar a decir 'Oh, ahora entiendo todo', sino de abrirse a un mundo misterioso y sagrado donde todo está cambiando, lo sepamos o no. Y los Bodhisattvas acceden a este misterio no captándolo y entendiéndolo, sino abriéndose a él, siendo tomados por él; ese es el sentido en el que terminamos trascendiendo nuestros egos.
Y por lo tanto este asombroso misterio no es algo debilitante sino fortalecedor porque nos libera del dogmatismo y las ideas fijas. Hacemos lo mejor que podemos. Aunque entendemos que nunca sabemos con certeza lo que está pasando o incluso lo que es posible. No estoy hablando aquí de la esperanza. Es una distinción muy importante aquí. La esperanza es parte de una dualidad, esperanza y desesperación o esperanza y miedo. El peligro es que, si estamos motivados por la esperanza, siempre existe el peligro de que nos demos la vuelta porque el deseo, la esperanza siempre viene con el anverso, que es el miedo de que lo que esperamos no suceda. Mientras que para los Bodhisattvas lo que los motiva es algo mucho más profundo: una generosidad compasiva de espíritu que por supuesto quiere expresarse, que naturalmente busca resultados pero no los requiere.
Aquí estoy realmente impresionado por algo que dijo Joanna Macy: 'Creo que asegurarle a la gente, incluido a mí misma, que hay esperanza no es tan útil. En el budismo no existe una palabra para la esperanza: sería vista como una distracción. Te saca del momento presente y te lleva a la conjetura. Todo lo que realmente podemos afirmar es dónde queremos poner nuestra atención. Tenemos una opción: ¿tiramos la toalla y nos rendimos ante el gran desmoronamiento? - o nos unimos a los que trabajan por un futuro habitable? Dado que el resultado es incierto, tenemos que disfrutar haciendo algo emocionante y útil sin saber con seguridad cómo va a funcionar”.
Creo que eso es brillante, creo que es esencial. Wendell Berry, uno de nuestros grandes escritores estadounidenses, dijo algo muy similar cuando dijo: 'No tenemos derecho a preguntarnos si vamos a tener éxito o no. La única pregunta que tenemos derecho a hacer es ¿Qué es lo correcto, qué requiere esta tierra de nosotros si queremos seguir viviendo en ella?'
Ambos apuntan al significado más profundo del desapego a los resultados, que es simplemente este: nuestra tarea es hacer lo mejor que podamos, sin saber cuáles serán las consecuencias, sin saber si algo de lo que hagamos va a hacer la más mínima diferencia. Y dado que para mí ese es el punto más importante de todos, lo voy a repetir: nuestra tarea es hacer lo mejor que podamos sin saber cuáles serán los resultados, sin saber si nuestros esfuerzos harán la más mínima diferencia. ¿Hemos pasado ya puntos de inflexión ecológicos y la civilización tal como la conocemos está condenada? no sabemos. Pero el hecho de que no lo sepamos, está bien. Por supuesto, hay intención en el sentido de que tratamos de ser estratégicos en términos de lo que hacemos, no es que no nos importe si sucede, nos gustaría que sucediera.
Sin embargo, en última instancia, lo que hacemos es nuestro regalo a la tierra, gratis. No le das un regalo a alguien o a algo con la expectativa de algo a cambio, entonces no es realmente un regalo. En otras palabras, no sabemos, no podemos saber, si lo que hacemos es importante, pero es muy importante que lo hagamos. Por supuesto, estoy hablando aquí de un ideal, y estar tan desapegado obviamente será un desafío y no significa que necesariamente siempre vamos a estar a la altura de eso.
Pero el objetivo de ser un practicante budista es que tenemos una forma de lidiar con esa frustración. Tenemos una manera de desapegarnos de lo que hemos estado haciendo y esa es nuestra práctica de meditación. En otras palabras, nuestro trabajo no es ser perfecto sino hacer lo mejor que podamos y creo que aquí el budismo nos muestra el camino a seguir.
En conclusión, me parece que si los budistas no queremos hacer algo como esto, o no podemos hacer algo como esto, siguiendo este tipo de Camino de Bodhisattva, del nuevo Bodhisattva, el Ecosattva, si no estamos dispuestos a, o somos incapaces de hacerlo, entonces francamente me parece que el budismo no sería lo que el mundo necesita ahora. Pero, por supuesto, lo que acabo de tratar de explicar es mostrar cómo, de hecho, este camino, la forma en que se ha articulado y la forma en que podemos adaptarlo a nuestra situación, que bien podría ser la más importante contribución budista a la situación en la que nos encontramos ahora, este mayor desafío que la humanidad jamás haya enfrentado, según Noam Chomsky.
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