Taller dedicado a el cultivo de la conciencia corporal a través de la práctica del “el escaneo del cuerpo”, técnicas de respiración, suaves movimientos conscientes, la escucha activa, y un conjunto de dinámicas que posibilitan el enraizamiento de la conciencia.
- Actividad Dana, 3 sesiones de una hora
- Reserva e inscripción 20€
- Jueves 2, 9 y 23 de febrero 2017
Dice un maestro budista R. Ray: La frase, “tocando la iluminación con el cuerpo” aparece en un texto Theravada temprano como manera de describir el logro espiritual ultimo. Es interesante – y también extraño – que no nos invita a VER la iluminación, sino a TOCARLA – además tocarla no con el pensamiento, ni con la mente sino con el CUERPO. ¿Qué significa esto? ¿Cómo puede el cuerpo jugar un papel tan fundamental en la meditación? La pregunta es aun más interesante considerada desde el contexto contemporáneo: donde tantas personas sienten fuertemente una falta de conexión con su cuerpo.
La conciencia corporal propone la escucha de un cuerpo tan vivo como acaso jamas se haya visto antes
Es decir: los beneficios y frutos de la meditación no pueden experimentarse ni disfrutarse mientras no estemos arraigados en nuestro cuerpo. El titulo implica tanto que podemos tocar la iluminación con el cuerpo como que sin el cuerpo será imposible.
En el Sutta Satiphatthana, la enseñanza nuclear acerca del cultivo de la Atención Consciente o mindfulness y a la que el Buda señala como "el cámino directo de la realización"(**), el primer paso de este cámino directo es precisamente la comtemplación del cuerpo (ver los demás Satipatthana).
¿Qué significa meditar con una consciencia corpóral, habitando el cuerpo?: Es prestar atención de forma directa y no conceptual. Es un trabajo que requiere enfoque, regularidad, estabilidad y compromiso a largo plazo. Es un cámino a largo plazo, al mismo tiempo, el impacto experiencial del trabajo se puede notar inmediatamente. Aprendemos como habitar plenamente el cuerpo: y esto no es una técnica como tal sino mas bien es como si ajustáramos el "enfoque y amplitud" de nuestra consciencia. Así pues, llegamos poco a poco a un estado de consciencia enraizado en cuerpo en vez de en la cabeza. Como decimos en nuestros cursos estamos operando con el "modo ser" y no con el "modo hacer" de la mente. Leer más>>>