Está muy bien eso de esperar que el budismo tenga sentido donde estamos, aquí y ahora ¿Pero donde es aquí? ¿Cuándo es ahora?
Desde la época de la vida del Buda, se ha intentado expresar el significado final del Budismo en una forma que tenga un sentido completamente racional. Sin embargo las enseñanzas de la Prajñaparamita, o “Perfección de la Sabiduría”, ofrecen un contrapeso a ese ejercicio y le da una sofisticada bofetada en la cara a cualquiera que lo emprenda.
Apareciendo hace dos mil años como los textos centrales del Budismo Mahayánico, obras como el Ratanguna-samcayagatha, El Sutra del Diamante y El Sutra del Corazón darán un nuevo ímpetu filosófico y práctico al ideal del Bodhisatva: aquel que dedica todas sus energías al logro de la Iluminación por el beneficio detodos los seres. Se trata de enseñanzas extraordinarias únicas que se dirigen a preocupaciones prácticas y cotidianas del budista, pero en una forma que deja a la mente racional estupefacta.
Sangharákshita tiene una combinación de erudición, claridad intelectual y visión clara espiritual poco corriente. Como fundador de la Comunidad Budista Triratna (antes Amigos de la Orden Budista Occidental), conoce bien las preocupaciones inmediatas de los budistas que practican en Occidente.
Esta perspectiva es crucial en la guía de textos que parecieran expresar la meta y la práctica budista en paradojas y contradicciones (que algunos han retenido como un aliento y un toque del autor de Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll). Esta aproximación es peligrosamente desorientadora para estudiantes incautos de la tradición budista, sin embargo, ofrece a los practicantes serios una ruta precisa a los callejones sin salida y aparentes contradicciones que existen en la realidad misma.