Pūjā de las tres etapas

Reverencia Inicial

 

Reverenciamos al Buda,

el iluminado por excelencia,

aquel que nos muestra el camino.

 

Reverenciamos el Dharma,

la Enseñanza del Buda,

que nos conduce de la oscuridad a la luz.

 

Reverenciamos la Sangha,

la hermandad de los discípulos del Buda,

que nos sirve de inspiración y de guía.

 

Reverencia a Las Tres Joyas

 

Reverenciamos al Buda,

y aspiramos a seguirlo.

 

El buda era un ser humano,

igual que nosotros.

 

Lo que el Buda superó,

también nosotros podemos superar.

 

Lo que el Buda alcanzó,

también nosotros podemos alcanzar.

 

Reverenciamos el Dharma,

y aspiramos a seguirlo.

Con cuerpo, palabra y mente, hasta el final.

Aspiramos a estudiar,

practicar y comprender,

la Verdad en todos sus aspectos,

 el  camino en todas sus etapas.

 

Reverenciamos  la Sangha,

 y aspiramos a seguirla:

La hermandad de aquellos que recorren el Camino.

Al ir, uno por uno,

 comprometiéndonos a seguirlo,

la Sangha crece

como un circulo en constante expansión.

 

Ofrendas al Buda

 

Para reverenciar al Buda

 le ofrecemos flores:

flores hoy lozanas,

que abren sus pétalos dulcemente,

Flores que mañana

estarán secas y marchitas.

Nuestro cuerpo, como las flores,

 también perecerá.

 

Para reverenciar al Buda ,

 le ofrecemos velas:

a él que es la luz,

 le ofrecemos luz.

De su grandiosa lámpara

encendemos otra en nuestro interior:

la lámpara Bodhi

que brillará en nuestro corazón.

 

Para reverenciar al Buda,

le ofrecemos incienso:

incienso cuya fragancia

impregna el ambiente.

La fragancia de la vida perfecta,

  más dulce que el incienso,

se extiende por el mundo en todas direcciones.