Reverencia Inicial
Reverenciamos al Buda,
el iluminado por excelencia,
aquel que nos muestra el camino.
Reverenciamos el Dharma,
la Enseñanza del Buda,
que nos conduce de la oscuridad a la luz.
Reverenciamos la Sangha,
la hermandad de los discípulos del Buda,
que nos sirve de inspiración y de guía.
Reverenciamos al Buda,
y aspiramos a seguirlo.
El buda era un ser humano,
igual que nosotros.
Lo que el Buda superó,
también nosotros podemos superar.
Lo que el Buda alcanzó,
también nosotros podemos alcanzar.
Reverenciamos el Dharma,
y aspiramos a seguirlo.
Con cuerpo, palabra y mente, hasta el final.
Aspiramos a estudiar,
practicar y comprender,
la Verdad en todos sus aspectos,
el camino en todas sus etapas.
Reverenciamos la Sangha,
y aspiramos a seguirla:
La hermandad de aquellos que recorren el Camino.
Al ir, uno por uno,
comprometiéndonos a seguirlo,
la Sangha crece
como un circulo en constante expansión.
Ofrendas al Buda
Para reverenciar al Buda
le ofrecemos flores:
flores hoy lozanas,
que abren sus pétalos dulcemente,
Flores que mañana
estarán secas y marchitas.
Nuestro cuerpo, como las flores,
también perecerá.
Para reverenciar al Buda ,
le ofrecemos velas:
a él que es la luz,
le ofrecemos luz.
De su grandiosa lámpara
encendemos otra en nuestro interior:
la lámpara Bodhi
que brillará en nuestro corazón.
Para reverenciar al Buda,
le ofrecemos incienso:
incienso cuya fragancia
impregna el ambiente.
La fragancia de la vida perfecta,
más dulce que el incienso,
se extiende por el mundo en todas direcciones.