Yogi Chen

ºYogi Chen, un enigmático ermitaño con quien Sangharakshita entabló contacto a finales de los años 50 en Kalimpong, se mantenía recluido en su bungalow, dedicado intensamente a la meditación y a la escritura de libros en chino e inglés. A pesar de su renuencia a ser considerado un maestro formal y su negativa a otorgar iniciaciones, Yogi Chen compartió valiosos conocimientos sobre el Vajrayāna, el Chan y el budismo Mahāyāna con Sangharakshita durante sus encuentros semanales. Su dominio del inglés escrito contrastaba con su peculiar acento y gramática al hablar. Excéntrico en su vestimenta y de carácter excitable, Yogi Chen poseía una extraordinaria claridad intelectual, capaz de dilucidar conceptos complejos como ningún otro maestro de Sangharakshita. Su vasto conocimiento, que incluía haber leído el Tripitaka chino completo dos veces, y su profunda comprensión del Dharma dejaron una huella imborrable en Sangharakshita.