En 1942, cuando tenía 16 años, Dennis Lingwood descubrió que era budista. Ocho años después, asumiendo la idea común de que el budismo sólo podía practicarse bien siendo monje, se unió a la orden monástica theravada y recibió el nombre de Sangharákshita.
En este libro él le sigue el rastro al “errático proceso de descubrimiento” por el cual llegó a la conclusión de que el estilo de vida monástico y la vida espiritual no son idénticos, que “es posible ser un buen monje ... y al mismo tiempo un mal budista” y que Ir a Refugio (la acción de comprometerse con los ideales espirituales budistas) no sólo es el acto central y definitivo de la vida budista sino también la base fundamental de unidad entre todos los practicantes del Dharma del Buda.
Es, asimismo, un proceso que lo ha llevado a establecer una rama de la sangha: la Orden Budista Occidental, hoy Orden Triratna. Esa orden, cuyos miembros no son monjes pero tampoco laicos, es ahora una comunidad espiritual dinámica internacional y el núcleo de un movimiento que ha influido en la vida de miles de personas.
Para todo aquél que tenga que ver con la vitalidad espiritual de la tradición budista y con su transmisión en el mundo moderno, esta historia, meticulosamente delineada, es una lectura indispensable.