El próximo año estaremos celebrando el 50 aniversario de la AOBO/Triratna. Será una ocasión de regocijo, agradecimiento a las tres joyas y la re-dedicación a los ideales que sostiene Triratna.
Para mi la ocasión es conmovedora. Más de una vez he dicho que yo no era la mejor persona para iniciar un movimiento budista, pero sí el único que estaba disponible. Mis amigos se han dicho a sí mismos y a otros, que mis palabras no deben ser tomadas literalmente, sino como una señal de mi humildad. Pero este no es el caso. Fueron pronunciadas para ser tomadas literalmente entonces y ahora.
Al ser yo el fundador, Triratna a veces tiene el sello, no del Dharma, sino de mi personalidad. Esta personalidad es muy compleja y en ciertos aspectos no actué de acuerdo a lo que mi posición demandaba de mi, y a veces tampoco actué como un verdadero Budista. Estoy pensando particularmente en aquellas ocasiones en que lastimé, dañé o molesté compañeros budistas, dentro y fuera de Triratna.
Estos pensamientos me han pesado más durante la última semana, cuando estaba en el hospital con neumonía. Estaba conciente que la neumonía puede ser fatal para un hombre de mi edad y que podía morir, aunque no sentía que me estaba muriendo a pesar de estar muy enfermo.
Por lo tanto quisiera expresar mi profundo remordimiento por aquellas ocasiones en las que he lastimado, dañado o molestado compañeros budistas, por ello, les pido perdón.
Urgyen Sangharákshita
Adhisthana
30 de Diciembre de 2016