Tan solo seis días de retiro y he regresado renovada.Tengo la inmensa fortuna de que mi amiga Joaqui dispone de una pequeña casa "L'umbria"situada en lo alto de una montaña, en el valle de la gallinera; con todo el valle por delante y detrás una majestuosa roca entre protectora y amenazante de gran belleza y además rodeada de cerezos, aunque ciertamente en esta ocasión cerezas no quedaban, pero muy amablemente la señora Joaquina, la madre de Joaqui, me dio varios kilos de rojas y deliciosas cerezas de su huertecito en casa, he de decir que las comí con mucho placer.
Casi siempre tengo un plan, esto es uno de mis defectos/virtudes,depende de si el plan sale bien o mal ¡jajaja!. No, en serio, creo que puedo catalogarlo de ambas cosas: de virtud porque dispongo de unavisión amplia de mi vida, de la vida en general y me atrevería a decir de la existencia, que me inspira a mirar lejos o profundo, como queráis; de modo que tengo planes, digamos de conculcar el odio, de abrirme a la sabiduría, de ahondar en mi continuidad de propósito, de conectar con algo más bello y bueno, de meditar un poco más, de estudiar y reflexionar sobre algún tema del dharma, de llevar mi practica de sadhana a niveles mas claros y profundos...Y tambiénpodría decir que es un defecto porque puedo acabar "muy ocupada" con la mentalidad de "tengo que hacer algo" y perder la oportunidad de simplemente no hacer nada y jugar (la verdadera vocación de mi vida y aun más, creo que la única cosa que vale la pena hacer con la vida:jugarla)
Bien, decidí irme de retiro sin pensar mucho y sin tener ningún plan,aunque en algún rincón de mí albergaba la idea de dedicarme a escribir o de que un plan surgiera en cualquier momento y volver, habiendo cosechado los frutos de mi esfuerzo, es curioso porque por un lado valoro sobremanera el esfuerzo y por otro lo detesto, hay aquí un koan que si resuelvo un día ¡zas! pasará algo.
Es un mes estupendo para estar en el campo, aunque todo es muy benigno a la vez la vida y sus atributos se muestran profusamente, si miras con atención es posible ver con claridad la impermanencia por ejemplo, también la belleza, la diversidad, la
interconexión/interdependencia... Así que ahí estaba yo esperando que algún plan oculto se mostrara y diera sentido a mi retiro, mientras tanto todas las cosas importantes bailaban a mi lado y me invitaban a bailar con ellas. Y yo erre que erre "que qué haré, más sadhana o más seguimiento de la respiración, que si debería haber traído otros textos, que si esto que si aquello". Entonces, mientras paseaba salto una liebre al lado mio ¡Huy que hermosa! y al momento otra, parecía aquello Alicia en el país de las maravillas. Así que ¿Que iba hacer,seguir a la liebre saltarina o esperar el buen plan?. Ni que decir tiene ¡Seguí la liebre! Tal vez no lo sepáis, o tal vez si, pero
la liebre es un símbolo del Bodhisattva.
El Bodhisattva ha refinado o purificado toda su energía y esta fluye en la misma dirección, ya no hay división, a la vez no hay prisa, ni ansiedad o agitación. Sangharakshita dice que el bodhisattva es como un elefante: El elefante es una criatura juguetona y le encanta bañarse en los estanques donde hay lotos. Se echa chorros de agua con la tropa con mucha alegría y recoge montones de flores de loto las lava con cuidado y se las come. Así pasa el día feliz. Tan pronto como termina de jugar en un estanque va y se zambulle en otro. Del mismo modo el bodhisattva no piensa que está haciendo algo muy especial, no se dice a si mismo "aquí estoy para practicar profundamente por el beneficio de todos los seres"; el Bodhisatva ha transcendido el ego y su energía y su practica brotan de manera espontánea como una flor que se abre al sol. Se dice que la actividad del Bodhisattva es lalita,es un juego. Lalita(Sánscrito).-Belleza, encanto; juego, diversión.(Adjetivo): agradable, divertido, encantador; sencillo,ingenuo.
Así que al menos por estos días iba a seguir a la liebre, jugar, zambullirme el los estanques del barranco de la encantada, entre flores rosas y blancas, adelfas por supuesto, nada de darme importancia, ni de planes, ni de esfuerzos y fruto de los esfuerzo,solo seguir a la liebre.
La experiencia principal de estos días ha sido de silencio. Desde luego el ambiente alrededor es silencioso,no había nadie, nadie con
quien charlar, con quien debatir, nadie con sus propias conversaciones que escuchar aunque no quieras, no había música, radio, tele y ni
siquiera leí. Pero el silencio más reconfortante fue el de dentro de mi.
Mas o menos mi rutina era la siguiente: a las 6 y pico me levanta a ver salir el sol, una bola roja de fuego y sin embargo suave que al abrir la ventana relumbraba en el interior de la casita, eran apenas 20 minutos que disfrutaba recordando, con una sonrisa, a Joaqui que
siempre me habla de la salida del sol en l'Umbria, después de esto volvía a dormir otro ratito. Volvía a levantarme, meditaba un poco,
preparaba el desayuno, lo comía, sacaba agua del pozo, limpiaba,volvía a sacar agua y la ponía al sol para que se calentara, preparaba algo de comida para llevar y partía en busca de alguna poza solitaria y de aguas frescas.
Ya en la poza, tras haber gateado un poco para llegar con mi cestita de comida y una sombrilla (no era cosa de achicharrarme) pasaba unas cuantas horas nadando, mirando, escuchando y embadurnándome de protector, casi ningún pensamiento salvo aquellos dirigidos a lo que me rodeaba: algo sobre el azul del cielo,o sobre alguna nube con forma deliciosa, o los peces o a esas impresionantes rocas suavizadas por el agua; agua que al correr sonaba como una risa joven, agua limpia y verde, intensamente verde, y yo me sentía, fácilmente, como sumergida en Tara. Tras unas cuantas horas volvía a la casa, ahí los sonidos se hacían mas variados, el trinar de los pájaros, el aire meciendo los cerezos... Algunos días, de aquella belleza circundante, surgió algún poema, algunos otros días intente que surgiera, o por un momento me dije: tal vez estaría bien pensar en algo, desarrollar un tema, o meditar más. Pero nada de esto hice, estaba protegida de mis tendencias tontas (por la liebre,claro, es decir por Tara) poco a poco me fue ganado el silencio sonoro.
El sencillo quehacer cotidiano que impone esa casita, sin luz, sin baño, con agua de pozo, sin nevera... me fascina, mientras hago esas cosa me siento inmersa, no se como decir, en un dicho antiguo zen: "Antes de iluminarte...." Pues nada: sacas agua del pozo, limpias, vuelves a sacar agua, la pones a calentar al sol, después de una caminata te lavas bajo un árbol y coges luego un par de tomates y un poco de queso y de pepino y cenas " Después de iluminarte" pues eso, el juego, lalita del bodhisattva.
Así que el resumen de este retiro solitario es básicamente, estar sentada, en una hamaca o en una roca, o nadando o dando un pequeño
paseo, con casi ausencia total de pensamiento, simplemente mirando, dejándome estremecer, sintiendo la tierra bajo los pies, el agua
envolviéndome o el suave y dulce aire de la tarde, silente por dentro, no había nada que añadir a la experiencia, y por fuera rodeada de
dulces sonidos sencillos y significativos. Seis días inmersa y envuelta en un silencio sonoro.
Como modesto homenaje de agradecimiento unos poemas. Poemas de la liebre.
Por azoteas
Me pasó una vez,
era una niña:
me asomé a un precipicio oscuro
de desoladas y antiguas azoteas;
estaba sola, triste y muy confusa.
Pero entonces lo vi, lo vi muy claro,
ninguna solidez me detendría.
Se agitaba el átomo, el subatomo,
se agitaba en la risa,
en el secreto oculto de mi noche
y del siguiente día.
Con el viento detrás
y por delante toda la existencia,
puedo ser o no ser
en un perfecto verso,
ninguna solidez lo impediría.
Esperando una señal
Estaba, mientras todo ocurría, esperando una señal
que presagiara lo bueno y útil de mi vida,
que presagiara, de forma contundente, que estaba en el camino.
Muy atenta, diría demasiado, buscaba el sentido profundo de los días.
Ocurrió que de pronto salto la liebre
y risas y sonrisas y versos y canciones,
todo lo que estaba ahí, ahí de siempre, se mostró ante mis ojos,
se abrieron mis oídos, el pecho, la garganta, cada poro.
Y corrí, salté, tras de la liebre,
jugué, jugué como quien soy, un elefante alegre
al juego de la vida.
Los pinos
¿Lo ves?
Esta todo girando y todo quieto,
todo tan vivo y aquellos pinos muertos,
y sin embargo siento que los amo.
Ya estaban muertos el verano pasado
-Los vi -
entonces, sentí un dolor que me hirió el pecho,
ahora, ahí tan quietos
parecen el futuro de todo lo que gira,
y no puedo menos que amarlos
amarlos y mirarlos tan quieta como ellos
y sin embargo viva.
Un pájaro, una llamada
Esta mañana,
Un pájaro voló tres veces de un árbol a otro árbol.
De la encina al cerezo
del cerezo a la encina
de la encina al cerezo,
el sonido de sus alas batiendo el aire
fue como una llamada insistente,
primera vez: ¡Mirame, veeme!
segunda vez: ¡Mirame, veeme!
tercera vez: Ya me voy.
¿Te has dado cuenta de qué soy?
Intervalo
Todo me lo das
Momento tras momento de abundancia,
ahora llueves y una intensa fragancia
asciende de la tierra agradecida.
Una música suave,perfectamente interpretada
acompaña las gotas que derramas sin prisa,
perseverando el ritmo que acompasa
el aire, los arboles,las rocas, la tierra toda.
Los pájaros, salvo uno, guardan silencioso
tal vez escuchen como yo el concierto,
el que canta se ha unido solidario
al coro de la lluvia.
Abundancia de dones
tranquilamente los disfruto,
de pronto una campana lo para todo
y un profundo silencio se realiza.
A Tara, como no
Asomate a mis ojos
quiero verte, Estrella verde y plata.
El sol acaba de caer,
de pronto una quietud
un dulce aroma;
al fondo los pájaros
van callando su trinar poco a poco,
y otras criaturas más nocturnas
parecen saludar discretamente.
¿En donde estás, por qué no vienes?
Asomate a mis ojos
quiero verte.
Nada más que leer para sentir los ecos de ese silencio sonoro que despierta tantas emociones tanta serenidad. .La lectura me llenó de paz y alegría .Gracias
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