solo el amor que sientes te libera

He estado de retiro, fuera de España, junto con mi preceptora y un grupo de mujeres, dharmacharinis, ordenadas por ella. Ha resultado un retiro muy extraño, no sé bien por qué. También estuve enferma, con fiebre alta, pero no estoy segura de qué  fué causa y qué efecto. ¿Fué extraño porque tenía fiebre o tuve fiebre por el ambiente extraño? Tampoco importa mucho. Lo que si quiero es compartir las cosas que escribí en esos días.

Solo el amor que sientes te libera.

 

Un ser humano necesita, 

                  de forma imprescindible,

                         para poder ser un ser humano sano,

                                       tanto como para  crecer y desarrollarse,

                                                                                         amor.

 

 

Pero no el amor que otros nos profesan, sino el amor que uno mismo siente. Amor vivo, que late, amor que inspira y anima a emprender cosas, amor que emocione y alegre, que nos vuelva de nuevo vulnerables.

 

Amor que ataña al cuerpo. Que incite a abrazar, a extender la mano y tocar al otro, a buscar su mirada o a mirar cuando el otro no mira. Amor que nos relaje de tensiones que separan, amor que haga que la sangre se agolpe en las mejillas y la risa se vuelva fresca y clara incluso un poco floja. Si, amor que ataña al cuerpo.

 

Y que ataña a la mente. Y así la percepción se aviva y uno ve más claro, incluso ve lo que otros no alcanzan, y surgen ideas e ideales y crece la confianza: sí puedo, puedo hacerlo. Y crece la voluntad: puedo y quiero. Las conversaciones son más fluidas, uno quiere saber y quiere que  otros sepan. E intuyes como nunca, te das cuenta, te percatas del cómo son las cosas. Amor que ataña a la mente.

 

Que ataña a la conciencia. Y sentimos dolor por el amor no dado tantas veces, y abrimos la mirada a los que no nos gustan (demasiado) con ojos más amables. Si te toca el amor en la conciencia, seguro perderás un enemigo, desearás terminar con el enojo, zanjarás de buena gana algún viejo conflicto, te sentirás con la vida renovada, limpia, desintoxicada. Si, amor que ataña la conciencia.

 

Que ataña a los instintos. Y por un ratito uno es como ese pájaro que todos hemos visto alguna vez en un reportaje de animales. ¡Que cosas hace para atraer la hembra! Junta las alas sobre la cabeza y forma un abanico oscuro en medio del cual lucen sus ojos como piedras preciosas y enigmáticas, y baila una extraña danza, antigua como el agua y recoge objetos  pequeños y brillantes y forma un nido excéntrico, tentador y atractivo. Si, amor que ataña a los instintos.

 

Que ataña al habla.  Y sobre todo escuchas y de muy buena gana; tal vez compartas un secreto o surge, de a ratitos, un hermoso silencio compartido. Y hablas bien de tu amigo-amante y se te alegran los ojos al hacerlo. Y puede que escribas poesía o algo semejante, quizá cantes. Si, amor que ataña al habla.

 

Amor que vuela por encima del tiempo y el espacio y que te comunica con seres legendarios,con sabios de otros tiempos, con mitos, con hombres y mujeres, eremitas, maestros, leyendas del pasado, vagabundos, errantes, poetas de aquí y de allá, del mundo entero, incluso de otros mundos. Si, amor que vuele alto.

 

Amor que te inunde poco a poco por dentro y haga llegar el llanto, el llanto dulce de los Budas, a tus ojos. Amor que al inundarte se derrame y corra como el agua llegando a todas partes, creciendo margaritas que libarán abejas que picaran muchachas de sangre revoltosa que llenarán el aire con sus voces.

 

Si no sientes de esto a veces, un poquito, te invito a que lo inventes; no esperes, que la vida no espera; inventa, siente, siente, no busques por fuera, adentro está el amor y verás cómo opera:

 

lo duro, lo doliente, se derrite

como un polo de hielo,

dulce y afrutado,

en la boca de un niño.

Domingo de verano

pegajoso y alegre, dulce, fresco y jugoso.

Inventa, canta, juega,

que te están esperando el cuerpo, la mente, la conciencia,

los instintos, el habla, los tiempos legendarios y futuros.

El agua, el agua.

El amor de las fuentes subterráneas.

 

Primer poema: El derretir del frío cerrazón del alma

 

No, no era cierto.

Tanto como dolió, tanto

como apretaba,

tanto como luché por derrotarlo.

 

Punzante como un dardo;

afilado, frío y penetrante

como daga de plata;

Certero como flecha;

mortal como una bala.

 

Y puertas que se cierran bruscamente,

y voces que se alzan.

Desdén en la mirada,

el pecho dolorido, duro,

y la boca apretada.

 

Verdades como puños

mas puño que verdad.

 

Y entonces, sin haberlo previsto, ni esperado:

se derrite, como un polo de hielo,

dulce y afrutado,

en la boca de un niño.

 

No, no era casi nada,

solo odio.

 

De pronto se aflojó la cuerda que tensaba,

se derritió lo duro suavemente,

y desde el lagrimal

rodó por la mejilla.

 

Y toda liberada, la mente,

el pecho, la garganta, la vida,

sentí directamente:

la suave y roja llama.

 

El mundo de los sueñosmariposa verde

 

El mundo de los sueños

implica un gozo extraño,

ajeno en realidad a la cosa soñada.

Me deja, casi siempre, un agradable sabor en el recuedo,

no diría feliz, pero si libre, intenso y sin esfuerzo.

Quiero cerrar los ojos nuevamente

huir al mundo febril, dulce y extraño.

Amo ese lenguaje abstruso de los sueños,

y aquella realidad en donde todo cambia

tan fácilmente su apariencia.

Y nada es sólido, ni estable, ni duro, ni certero.

Etéreo, etéreo.

 

El viento verde.

 

Has sido tú

aunque probablemente no lo sepas,

y aunque posiblemente yo lo calle

y no lo cuente nunca, nunca a nadie.

 

Has sido tú. Al mirarme,

quizá al sonreír,

-aunque he notado que no sonríes mucho-

no sé, tal vez ha sido la forma en que te callas,

o cosas de otra vida.

 

El caso, está muy claro,

despertaste de nuevo, mi corazón al día,

a la luz misteriosa de la tarde,

a escribir poesía.

 

Y desde entonces todo se despereza,

y en tu nombre deseo

volver a la belleza, a la palabra suave,

al corazón fuerte y abierto.

Al viento del amor

                                                            al viento, al viento.

 

 

Sin sombras ni rincones

 

El corazón estaba frío y duro,

demasiada razón, verdad y orgullo;

y frío y duro como estaba

no pudo entrar ni salir nada.

 

La puerta fué cerrada de un portazo.

Después de aquel estruendo,

mi oído no escucha, mi voz no era atendida,

y no cambiaba nada.

 

Entonces tan suave y buena,

como siempre has sido,

saliste a caminar conmigo

por un cielo sin sombras ni rincones;

Y abriste los balcones de tu pecho

y al asomarme vi, sentí de hecho,

el amor que siempre me has tenido,

el amor que a raudales te profeso.

 

La isla.

Hay bastante silencio,isla

y puedo oír los pájaros;

de pronto es evidente que estoy en una isla

¿Estará cerca el mar?

Por lejos que se halle, puedo escuchar las olas

batiendo vivamente contra el acantilado.

Estoy en una isla

-silente y sola-

A veces llegan voces, o risas,

o pasos que se alejan.

Cierro los ojos para buscar adentro

algún destello verde, eléctrico y oscuro.

Antes de que se acabe el día

quisiera despertarme.

 

Salvada

A veces me  olvido de que siento amor

y simplemente me ocupo de resolver cosas,

incluso complicarlas,

y voy y vengo y hago y digo.

 

Y a base de pensar, de decidir;

a base de buscar explicaciones,

incluso de encontrarlas,

me olvido del amor.

 

Puedo no darme cuenta durante mucho tiempo,

aunque este olvido hace que duela todo:

los huesos, el aire que respiro, incluso la alegría.

 

Pero aunque yo me olvide,

sin darme cuenta alguna,

el amor no me olvida

y siempre,siempre me reclama.

 

Lo he visto aparecer de formas tan distintas:

un canto, una mirada,

un algo incompresible y poderoso,

que llega y me rescata.

 

De todas las formas que el amor adopta

para salvarme el alma,

la tuya amiga mía,

es magia, pura magia.

 

Viaje de regreso.

Apenas acabo de llegar, estoy,

pasan las horas...

anochece y el sol sale de nuevo.

 

Al verme, me besaste dulcemente,

tanto como como es posible,

dado quien eres, o quien crees que eres.

Después hablamos largo (sobre todo de mí)

me gusta cómo te interesas por todo lo que digo,

la forma en la que asientes,

y muestras claramente que "estas conmigo"

-al menos este instante-

 

Entonces, fluyen en mis adentros

ríos de sentimientos, que llegan de algún lado

remoto y excitante

y van a todas partes o dicho de otro modo a ningún sitio.

Y todo es muy brillante.

 

Transcurre un día entero

con su sol y su luna;

aunque parezca raro, aquí en febrero, hemos tenido sol,

lo de la luna es solo una metáfora.

Y apenas transcurrido el mencionado día

comienza el viaje de regreso

y, por supuesto, llueve.

 


La nueva pagina está muy bien.
Tiene tanta información que casi es un libro. Muy interesante y muy ameno.

Cuanto me gustaría poder hacer algun curso sobre Budismo, hace años que estoy interesada, pero estoy demasiado
lejos de Valencia.

Gracias y un abrazo.
Jazmin


Me conmueve la belleza de tu poesia. Veo que ha sido un buen viaje, muy creativo ¡Cuanta intensidad!. Y esa palabra "abstruso" (hermético, recóndito, de dificil comprensión), no la conocía yo...cuanto aprendo de ti. Gracias, maestra y amiga.