Miércoles 22 octubre
19:30hs
Celebración de el anivarsario 51 aniversario de la conversión al budismo del fallecido líder del movimiento dálit, doctor Bhimrao Ambedkar.
Meditación-charla-ritual.....y algo más.......en la clase de los miércoles
Miles de intocables se convierten al budismo
Una cifra récord
Cerca de 5 mil personas asistieron para participar en este multitudinario cambio de fe. No tantos como esperaban los organizadores, que soñaban con 100 mil. Sin embargo, se reconoció que ésta ha sido la conversión masiva más numerosa en la historia moderna de la India. El festejo sirvió, asimismo, para conmemorar el 50 aniversario de la conversión al budismo del fallecido líder del movimiento dálit, doctor Bhimrao Ambedkar.
Las conversiones van en aumento
Los promotores del evento, líderes populares actuales de los dálits, consideran que muchos de sus hermanos que se hallan dudosos de hacer el mismo cambio habrán recibido con esta muestra un poderoso mensaje. En octubre del año pasado hubo también, en la ciudad de Nagpur, conversiones masivas en las que cientos de dálits dejaron el hinduismo para convertirse, unos al budismo y otros al cristianismo.
Eran los intocables
Los ex hindúes que acudieron a esta celebración pertenecían a diversas tribus y a las castas más inferiores del sistema social indio. Estas personas han adoptado el nombre de dálits y, hasta hace unos años, se les conocía como “intocables”. Son alrededor de 167 millones de personas y constituyen el 16% de la población india. Por lo regular, los miembros de las castas superiores los obligan a ejecutar los trabajos más despreciables, como el manejo de desperdicios y cadáveres, además de las labores que requieren más esfuerzo y sudor, arando los campos y como cargadores y obreros en las obras básicas de construcción y mantenimiento.
Trato humillante
Hay poblaciones en las que se les impide, incluso, beber agua del mismo pozo de donde se surten las demás castas. Todavía está muy difundida la creencia de que tocar a un dálit es causa de contaminación. Al declararse la independencia de la India, en 1947, en teoría se abolió el sistema de castas, pero éste se encuentra tan arraigado que prácticamente continúa vigente. A pesar de que hay empleos específicos para los dálits y las comunidades tribales es muy poca la mejoría que manifiesta su situación social y económica. Lo cierto es que siguen siendo objeto de prejuicios y discriminación.
La conversión es una esperanza
La principal razón para llevar a cabo la conversión es el deseo de liberarse de un sistema extremadamente opresivo, en el cual ocupan el sitio más bajo y susceptible de muchos abusos. Ellos esperan que al abrazar otra religión serán tratados con igualdad y dignidad.
Pionero de las conversiones masivas
El doctor Bhimrao Ambedkar perteneció también a la casta de los intocables. Con muchas dificultades, estudió fuera de su país, aprendió leyes y volvió a su tierra para luchar por la libertad de sus hermanos en condiciones adversas. Escribió varias propuestas de ley contra la discriminación y el sistema de castas. Finalmente, se convenció de que la única salida digna que tenían era renegar del hinduismo y adoptar una religión humanamente más justa y equitativa. Su conversión al budismo fue presenciada por invitados especiales de diversas comunidades de otros países.
Los hindúes desprecian el cambio
No es difícil imaginar que estas conversiones cuentan con toda la desaprobación de los hindúes conservadores, quienes han promovido leyes que prohíban o dificulten el paso de una religión a otra, máxime si el objetivo es convertirse al cristianismo o al islam. Cuando se trata del budismo o el jainismo los hindúes no lo toman con tanto apuro, ya que están persuadidos de que estas religiones son ramas del hinduismo.
Queda mucho por avanzar
El temor a las represalias y los malos tratos, no obstante, prevalece y es evidente en la diferencia entre la cantidad de asistentes a la ceremonia del pasado mayo y el número que se esperaba recibir. Desde los días del doctor Ambedkar, muchos han padecido la cruel manifestación con la que sus “superiores” han saludado su cambio de fe. Lo cierto es que si, bien, se ha ganado terreno, aún quedan muchas costumbres nocivas que erradicar.
Fuente: www.news.bbc.co.uk