Vedananupassana, la contemplación de las sensaciones, nos invita a explorar cómo experimentamos el mundo a través de nuestros sentidos. En el budismo cuando hablamos de los sentimientos nos referimos a las sensaciones y su tono hedónico: Cada momento está lleno de sensaciones: agradables, desagradables o neutras. Nuestra tendencia natural es aferrarnos a lo agradable y rechazar lo desagradable, creando un ciclo de deseo y aversión que es la raíz del sufrimiento.
Sati nos ofrece una alternativa: observar estas sensaciones con ecuanimidad. Esto no significa indiferencia o supresión, sino una aceptación radical de la experiencia tal como es. Reconocemos la impermanencia de las sensaciones: surgen, permanecen por un tiempo y luego se desvanecen. Al comprender esto, liberamos nuestra reacción automática a ellas, permitiendo que fluyan a través de nosotros sin dejarnos arrastrar.
Cuando practicamos Vedananupassana, aprendemos a:
- Distanciarnos de la experiencia: Nos convertimos en observadores de nuestras sensaciones, en lugar de identificarnos con ellas.
- Romper el ciclo de reacción: Dejamos de responder automáticamente a lo agradable con apego y a lo desagradable con aversión.
- Cultivar la paz interior: Encontramos una mayor estabilidad emocional, independientemente de las circunstancias externas.
- Profundizar nuestra comprensión de la realidad: Vemos la naturaleza transitoria de todas las cosas, lo que nos libera del sufrimiento.
Práctica: Saboreando el Presente con Ecuanimidad
Hoy, te invitamos a practicar la ecuanimidad en las sensaciones a través de la experiencia de comer o beber. Elige tres momentos diferentes del día para hacerlo. Antes de cada bocado o sorbo, haz una pausa y sigue estos pasos:
- Siente la textura: ¿Es suave, crujiente, líquida, sólida?
- Percibe el sabor: ¿Es dulce, salado, amargo, ácido, umami?
- Nota la temperatura: ¿Es caliente, frío, tibio?
- Observa tus reacciones: ¿La sensación es agradable, desagradable o neutra? ¿Qué emociones o pensamientos surgen?
- Permite que la sensación cambie: Observa cómo evoluciona con cada bocado o sorbo, hasta que finalmente se desvanece.
Si experimentas alguna molestia física o una sensación de bienestar a lo largo del día, aplica el mismo principio: obsérvala sin apego ni aversión, permitiendo que esté presente sin intentar cambiarla.
Esta práctica te ayudará a cultivar la ecuanimidad en todas las áreas de tu vida, permitiéndote experimentar el mundo con mayor plenitud y paz.
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