Después de una búsqueda de más de tres años por Francia, Portugal y España, en Septiembre de 2004 se compró la finca que se ha convertido en un centro de retiro de ordenación para las mujeres budistas de AOBO.
El terreno mide 108 hectares rodeada de montañas y tiene dos casas grandes. Una es el centro de retiro y la otra aloja a la comunidad de apoyo. Después de mucho trabajo reformando las casas se hizo el primer retiro de ordenación en Akashavana en 2007.
La finca se encuentra en la cercanía de Penarroya de Tastavins, en el norte de España, a unas 4 horas en coche al suroeste de Barcelona.
Akashasuri nos cuenta sus primeras impresiones del lugar
Desde Peñarroya seguimos un camino firme en los dos primeros kilómetros pero que luego se convirtió en una senda montañosa en cuanto nos metimos más en la sierra. Enseguida subimos por encima del mundo mundano y nos alejamos de la civilización.
Resulta fácil hacerte a la idea, incluso al cabo de pocos kilómetros, de estar entrando en otro mundo. La belleza de la naturaleza, la tranquilidad y la grandeza del panorama causan un efecto casi inmediato. Yo diría que el escenario tiene un toque dramático–rocas altas, grandes vistas, montañas sólidas contrastan con la blandura natural de los árboles, riachuelos, el verdor y las flores silvestres.
Que conste que me enamoré de las Rocas del Masmut, esta formación rocosa que se eleva, impactante, y que parece dominar el paisaje abierto que la rodea. Ha de tener unos 1500 m de altitud y arriba del todo hay una meseta. En cuanto la vi, sentía que allí estaba el mándala de los cinco Budas. Casi todo el tiempo por encima de nosotros unas aves rapaces volaban en círculos.
Salimos del pueblo subiendo por la parte trasera de las Rocas del Masmut, pasamos unos olivares y algunas casa abandonadas. No se veía a nadie y tampoco se oía más ruido que el viento, el agua de los riachuelos y el canto de los pájaros. Abundan las aves rapaces, los pajaritos, conejos, mariposas y por allí y allá aparecían pequeños grupos de cabras montañesas (muy elegantes ellas). Seguro que algún que otro jabalí también reside allí, ¡atraído por el manjar de las trufas!
Las vistas desde la finca son espectaculares. La casa se sitúa a 1200m y a sus pies se encuentra el valle. No soy capaz de describir el panorama que tengo delante de mí, es tan extenso. Enfrente y al otro lado del valle destacan la meseta y la formación rocosa de las Rocas del Masmut, y hacia atrás y alrededor más montañas, bosques, montes, árboles, horizontes. Un peñón alto y macizo domina la parte trasera del terreno.
No encuentro las palabras para realmente describir el panorama. Compramos una finca pero con ella recibimos unas vistas panorámicas de 360º que te elevan la mente.
Es una finca donde hay muchas flores silvestres, y muchos árboles. Predominan los pinos, matas y arbustos, y el aire está cargado de aromas de lavanda, tomillo y manzanilla.
Para saber más vista la web de Akashavana (en inglés)
Las primeras mujeres ordenadas en Akashavana en 2007