La Ordenación de Ñánabandu

Ñánabandu

Ñánabandu se presenta (1999)

Queridos amigos y hermanos de la Sangha Hispanohablante,

Hace pocos días fui a visitar a mi médico dentista al cual conozco desde hace algún tiempo gracias a mi salud dental. Después de sentarme me miró y me dijo (sabía que había estado en India) - "No es que te note más viejo, pero té noto más mayor". Yo afirmé con mi cabeza moviéndola hacia los lados como hacen los indios cuando están de acuerdo.

Hace pocos días que he llegado de la India donde ha tenido lugar la ordenación de seis nuevos Dharmacharis. Cuatro de ellos Indios, un Inglés de origen indio y yo mismo Valenciano de nacimiento. Vajranatha me ha pedido que escriba algo sobre mí para la revista "Noticias" y yo con gusto voy a intentarlo. Primero que nada me gustaría presentarme: Mi nombre es Jñánabandu. Jñána significa sabiduría o conocimiento, aquello que llega a lo más alto, aquello que va más allá de sujeto-objeto y que lo tendríamos representado en el Mándala de los cinco Budas. Bandu por el otro lado lo podríamos traducir por amigo, hermano, familiar, parentesco. Esta parte la podríamos conectar con hermandad, con Kalyana Mitrata, con la red de amistades en que el AOBO se fundamenta. Todo junto vendría a significar algo así como "El hermano de la sabiduría". Nombre por el cual a veces estoy tentado de presentarme. Podéis imaginar - Oye hermano de la sabiduría o mi nombre es: hermano de la Sabiduría. La verdad es que huele un poco a cristiano, sin ánimo de ofender a nadie. El nombre suele estar relacionado por lo general con facultades, virtudes o aspectos que forman parte de tu personalidad. Haciéndolos patentes y conscientes te ayuda a mantener una mente más alerta de tú potencial y te empuja a continuar trabajando más y más hasta llegar en mi caso, por ejemplo, a ser el verdadero "Hermano de la Sabiduría" que en si mismo supone llegar a la completa Realización. Esto es un punto claro por donde puedo trabajar, aunque me queda mucho camino.

El dos de enero a las dos menos cuarto de la mañana llegué, por fin después de dos horas de retraso, al aeropuerto de Munbay. Habían sido once horas de vuelo a través de Europa, Asia, miedos, expectaciones, frío y cansancio para finalmente llegar a la tierra del Buda. Tierra mítica la cual es visitada por mucha gente en busca de "algo", algo que uno encuentra sólo cuando se busca con el corazón (¿o es en el corazón?). "¿Dejas tu elefante en casa y buscas sus huellas en el bosque?". Patrul Rimpoche.

Lokabandhu, que es un buen amigo mío y Kovida - que es el convocador o organizador de la Orden (Order Convenor) - estaban esperándome en el Aeropuerto, afortunadamente. Juntos nos fuimos a un hotel bastante occidental en apariencia, aunque tuvimos que contestar a muchísimas preguntas en los cuestionarios de inscripción. A la mañana siguiente después de apenas haber dormido empezó mi verdadero contacto con la India real. Miles de puestos de venta de todo lo posiblemente imaginable y por imaginar y por supuesto miseria, dolor, enfermedad, pobreza, hambre, polución, indigencia, aflicción, muerte, dukkha, candor, sonrisa, humanidad, amistad, juego, color, música, alegría, afectividad, amor, vida. Esto es la India real: un conjunto de contradicciones y caos que te atraen y te repelen de una manera extrema. No hay punto medio en la India. No he conocido a nadie que después de ir a la India se quedara indiferente.

Después de una semana en retiro difícilmente descriptible por su riqueza, profundidad y alegría fui a Refugio al Buda, al Dharma y a la Sangha dentro del contexto de una ceremonia que marcaba mi Ordenación privada. Allí me comprometí delante de todo el linaje de Budas y Bodhisattvas a Ir a Refugio incluso si nadie más lo hiciese. Esa noche estuvo marcada por la magia y la felicidad. Me sentía totalmente pleno. Dos días después las Ordenaciones Públicas tenían lugar delante de unos cinco mil alegres y coloridos seguidores de Dr. Bhimrao Ramji Ambedkar o como es conocido por todos Babhaset Ambedkar. Personaje público y super querido que murió en 1959 y que con su conversión al Budismo arrastró millones de personas de las castas más desfavorecidas a abrazar el Buda-dharma.

Después de finalizado el retiro y la convención me fui en peregrinaje por los lugares donde el Buda alcanzó la Iluminación, Buddhagaya, donde hizo girar la rueda del Dharma, Sarnath, donde vivió y enseñó durante más de doce años, el Pico del Buitre y el lugar donde alcanzó el Parinirvana, Kushinagar. También visité las ruinas de la grandiosa universidad budista de Nalanda. Visitando todos estos lugares me sirvió para saborear un poco la atmósfera que pudo respirarse en tiempos del Buda Sakyamuni. Fue mucha la inspiración que recibí, especialmente acabado de ordenar. Pude meditar y hacer puya en estos sitios y pude ver como gente venida de todas partes del mundo mostraban su gratitud al Buda y sus enseñanzas. Pero si en algún sitio pude sentir el sabor de la Sangha fue alrededor de las instituciones que TBMG-AOBO tiene en la India. Pude sentir una enorme gratitud a todas aquellas personas que hacen que el proyecto de los AOBO sea posible, especialmente a Urgen Sangharákshita quién es el fundador de nuestro Movimiento, Subhuti, quién es mi Preceptor y amigo y a toda esa gente que dejan sus vidas por el beneficio de todos los seres. Tenemos muchos ejemplos de gente dedicada y quiero regocijarme en los méritos de todos ellos. ¡SADHU! Visité varios Centros donde encontré siempre gente amable, amigable y deseosas de Dharma. La gente me hablaba de como el Dharma había cambiado sus vidas y cuan felices eran por eso. Encontré mucha energía y esto me hizo pensar en la aproximación que muchos occidentales hacen al Dharma. Siempre con sus mentes racionales y super intelectuales. No digo que esto sea malo, es bueno, pero pienso que aquí hay un poco de desequilibrio. Creo que necesitamos más confianza en el Dharma. Creo que necesitamos más fe en el sentido de poner todo nuestro corazón, todo nuestro ser en el potencial que tenemos de encontrar una puerta abierta al final del sufrimiento. Dejándonos ya de mediocridades. Si, pero... Me siento aterido, pero... La meditación es muy buena, pero... Siempre hay un pero, o ¿No?.

Una de las cosas que más me hizo sentir orgulloso de ser un Dharmachari, fue ver todos esos Dharmacharis/nis, Dharmamitras (como se les llama a los Mitras allí) y amigos, trabajando sin descanso para ayudar a todas esas personas sin recursos y sin dignidad para darles un futuro y recuperar su humanidad robada.

De acuerdo con los datos que tengo de 1997 "Karuna" a través de "Bahujan Hitay" que es la organización que desarrolla los proyectos sociales en la India, ha ayudado a más de 5.014 niños/as a tener educación y cultura. Ha acomodado en Auspicios 908 niños/as. Ha llevado medicinas y tratamientos a más de 12.000 personas. Ha creado proyectos y recursos para hacer que más de 230 adultos se entrenen y creen puestos de trabajo. Somos un movimiento que responde a las necesidades objetivas de la gente allí donde podemos. ¡SADHU!

Yo, Ñánabandu he sido ordenado como Dharmachari dentro de la Orden Budista Occidental y me he comprometido a Ir al Refugio del Buda, del Dharma y de la Sangha. Ahora a principios de abril empezaré un retiro que durará cuatro meses y que me permitirá poder descubrir un poco más profundamente quién Ñánabandu es y como puedo expresar este compromiso que tomé y darle vida a esa Visión que la India me ha dado. JAI BHIM!!!