Entrevista: "Todo en Orden"

sangharakshita en stonehenge

Después de 20 años en la India Sangharákshita llegó a Inglaterra de nuevo y fundó la OBO

En 1999 antes del cumpleaños de Sangharákshita cuando iba a traspasar sus responsabilidades como fundador de la Orden Budista Occidental, la revista "Dharma-life" invitó a Jamie Cresswell - un académico del budismo en occidente y budista Nichirén - a entrevistarle para hablar de su vida dedicada a traer el budismo a Occidente.

Jamie Cresswell: El movimiento AOBO y la OBO han sido el trabajo de su vida. ¿Cómo se siente ante este proceso de traspasar la dirección?

Sangharákshita: Ciertamente no estoy ni inquieto ni con una sensación de estar perdiendo algo, sino muy consciente de que moriré algún día. Si hubiese continuado llevando toda la responsabilidad del AOBO, y siendo la voz decisiva ante cualquier asunto hasta mi muerte, otros tendrían que asumir entonces las responsabilidades sin ninguna preparación. Eso no sería justo ni para ellos ni para el Movimiento en conjunto. Me pareció que la mayor parte de la responsabilidad que me quedaba podía recaer sobre los más antiguos y experimentados miembros de la Orden, con algunos de los cuales he estado en contacto personal durante 30 años.
Incluso así, no parecía suficiente. Por ello les pedí, a cuantos les fuese posible, que viniesen a vivir juntos aquí, en Birmingham, y yo me mudé a un lado de ellos. Era importante que aprendiesen a funcionar en equipo para que fuese posible asumir armoniosamente las responsabilidades que les dejaba: se trata del Colegio de Preceptores y el Consejo asociado a él.

JC: ¿Está satisfecho con el proceso?
S: Razonablemente satisfecho. Lo que no significa que no se puedan cometer errores, porque es difícil entender a otros seres humanos; ni tampoco que yo mismo no haya cometido errores en el pasado. Hay que aceptar que, dado que no es posible determinar cómo van a desarrollarse otros, sólo podemos estimarlo desde lo mejor de nuestra capacidad y en la medida en que los conozcamos.

JC: Hay una propuesta para cambiar el nombre de AOBO. ¿Qué piensa de ello?
S: Estoy contento de dejar eso en manos de quienes asuman mis responsabilidades. No tiene caso traspasar responsabilidades y después decir "no se debería hacer esto o aquello". Sin duda esto es una tentación para todo el que se retira.

JC: Cuando tuvo su visión de establecer la Orden Budista Occidental, allá por 1968, debe haber tenido algunas ideas sobre cómo le gustaría que fuese en el futuro. ¿Se han realizado esos sueños?
S: No tuve una visión del movimiento. Fui paso a paso. Empecé con clases de meditación y charlas, y poco después hubo retiros. Después, algunas personas que habían estado en retiros, querían empezar a vivir juntas, entonces se formaron comunidades. Algunas personas querían trabajar juntas, entonces surgieron los negocios de subsistencia correcta. Y así creció como una bola de nieve. Nuestro desarrollo fue orgánico. Por tanto, no puedo decir que esté satisfecho o que mi visión se haya cumplido. Ni que no esté satisfecho, aunque sé muy bien que queda aún mucho sitio para hacer mejoras en todos los frentes.

JC: ¿Ha tenido alguna decepción?
S: A veces se siente decepción cuando personas en las que pones grandes esperanzas no colman esas expectativas, pero esa es la naturaleza humana, con la que no debemos decepcionarnos demasiado. Yo no diría que he tenido grandes decepciones, porque tampoco tenía grandes expectativas. Al principio no pensaba en crear una gran organización, sólo en comunicar mi comprensión del Dharma a personas que consideraba como amigos.

JC: ¿Qué podría mejorar?
S: Me gustaría ver que la gente meditara más profundamente, que estudiara el Dharma con más intensidad, que fuera a más retiros, ¡y que escribieran en un mejor inglés!. Me gustaría ver un mayor desarrollo de las artes, mayor comunicación con otros budistas. Simplemente más y más de todo este tipo de cosas.

JC: ¿Teniendo la perspectiva actual de cómo se dieron las cosas, abordaría usted de una manera diferente el establecimiento de una comunidad espiritual?
S: No estoy seguro, porque existe el hecho de las propias limitaciones. Algunos movimientos se sustentan sobre la base de un carisma personal; pero yo nunca he tenido carisma alguno. Tuve que confiar sencillamente en enseñar a meditar y el dar charlas. Afortunadamente tengo cierta habilidad para escribir, aunque no soy un escritor popular.

JC: Resulta sorprendente que haya una orden budista occidental en India, la cuna del budismo ¿Por qué ha vuelto a India la OBO?
S: Yo soy el vínculo. Estuve en India hasta el 64, y me relacioné con el movimiento del Dr. Ambedkar de conversión masiva entre la gente que se consideraba "intocable" en el hinduismo. Yo conocía personalmente al Dr. Ambedkar. En más de una ocasión, dijo a sus seguidores que sólo había dos bhikkhus en los que podían confiar; y uno de ellos era Sangharákshita, lo cual tenía mucho peso entre sus seguidores. Pero murió a los seis meses de la ceremonia de la primera conversión masiva y en los años siguientes dediqué mucho tiempo a estos seguidores.

Después fui invitado a Gran Bretaña y posteriormente decidí que mi futuro estaba aquí. Sin embargo, mantuve correspondencia con algunas de las personas con que me había asociado en India y doce años después de mi partida, Lokamitra, un experimentado miembro de la OBO fue a Poona, y sus charlas y clases crecieron hasta convertirse en el ala india del AOBO. Ahora hay 220 Miembros de la Orden en India y miles de personas involucradas.

JC: Si el AOBO se estableció para traducir el budismo al contexto Occidental ¿Está siendo retraducido al volver a India?
S: No, en lo absoluto. En Occidente el AOBO no está creando una forma occidental de budismo, sino buscando la forma de practicar el budismo tradicional en las condiciones actuales de la vida moderna occidental: urbanizada, industrializada, secularizada y demás. En India cada vez más gente vive en estas condiciones. Y muchos viven enajenados de la cultura tradicional hindú. Les gusta nuestra forma del budismo porque carece de reminiscencias hinduistas.

JC: A través de los años, el AOBO, y de hecho Ud personalmente, han recibido cierta cantidad de crítica y hostilidad. ¿Cómo le ha afectado la crítica?
S: A través de mi carrera me he ido acostumbrando a la crítica durante mi formación. Ya en India me criticaban los monjes theravadas por interesarme en el Mahayana, mientras que a algunos mahayanistas no les gustaba que fuese monje theravada. Los hinduistas me criticaban por no estar de acuerdo con ellos en que todas las religiones son lo mismo, y al mismo tiempo, los misioneros cristianos me criticaban simplemente por ser budista. Por lo tanto, no me tomó totalmente por sorpresa que, al iniciar este nuevo movimiento budista, se me criticase de nuevo. No es agradable, especialmente cuando se siente que es una crítica injustificada.

Por otra parte, he sido objeto de cálidos sentimientos de amistad de mucha gente, aun cuando otros me hayan sido hostiles. He visto en ello la oportunidad de desarrollar una mente ecuánime. No hay que enfadarse cuando se es criticado, ni hay que ponerse eufórico cuando se es elogiado.

JC: ¿Qué piensa que ha despertado esa crítica hacia la OBO y Ud mismo?
S: Cuando la critica es racional se puede responder. Un ejemplo de crítica racional es la afirmación de algunos Theravadas de que "Sangharákshita ataca el monasticismo". Mi respuesta ha sido siempre que no estoy en contra del monasticismo. Solamente lo he criticado en dos aspectos. En los años 50, critiqué lo que denominé formalismo monástico: la observancia de la letra y no del espíritu de las reglas, por ejemplo, que los monjes no "tocaran la plata ni el oro" porque estaba prohibido, pero no objetaran el manejo de billetes de banco. El segundo, cuando comprendí la centralidad del Ir al Refugio, critiqué la creencia de que el monasticismo era la forma más válida de vivir el budismo. Pero dentro del AOBO he animado un tipo de monasticismo moderado para aquellos que estén preparados. Esto significa ser anagarika, alguien que es célibe, que lleva una vida lo más sencilla posible, no tiene una carrera profesional, y ha reducido la cantidad de pertenencias personales.
Pero algunas hostilidades contra el AOBO son irracionales y no las entiendo. Es decepcionante ser objeto de hostilidades de otros budistas. Puedo entender el desacuerdo, incluso la crítica de lo que uno hace, pero es decepcionante cuando la hostilidad se expresa en un lenguaje extremo, en acusaciones injustificadas e incluso turbias manipulaciones.

JC: Parece Ud muy capaz de exponer sus puntos de vista, aun así, ha habido una gran cantidad de malentendidos ¿Por qué ha sido Ud tan mal interpretado?
S: Me he dado cuenta de que mis críticos parecen no haber leído lo que he escrito, y he escrito mucho. A veces la gente critica el Movimiento cuando todo lo que necesita es hacer unas cuantas preguntas muy sencillas. He dejado clara mi postura en torno a todo tipo de cuestiones, a veces en respuesta a las críticas o las malas interpretaciones.

JC: Hubo un tiempo en que Ud, aparentemente, no era ni monje ni laico, pero seguía vistiendo los hábitos. ¿Se arrepiente de esa falta de claridad?
S: Sólo puedo decir que era una figura en una fase de transición. No era un monje ni un laico en sentido tradicional. Hace mucho que soy anagarika en el sentido que he descrito, pero hubo un periodo en el que no era anagarika. Si hubiese dejado los hábitos, la gente habría dicho: "ya dejó de ser monje, ahora es laico". Estaba entre la espada y la pared. Espero que ahora quede clara mi posición: durante todos estos últimos años he sido anagarika; pero dadas las circunstancias de aquel entonces no tenía mas opción que proceder como lo hice.

JC: Ud ha tenido maestros del Dharma de diversos linajes y tradiciones. ¿Cuál es su relación con esas tradiciones?
S: Me ha inspirado mucho mi contacto con estos maestros y les estoy agradecido, pero no me considero un representante de ellos, ni considero que yo esté transmitiendo esos linajes como tales. Me considero simplemente un budista y a ellos los veo simplemente como budistas, no como representantes de este o aquel linaje. Por ejemplo, tuve una gran amistad con Dhardo Rimpoche durante muchos años. Le veía como una persona totalmente consciente y compasiva, y me inspiraba. Espero que algo de esto haya influido en mí, y eso es lo que espero transmitir, no una técnica o tradición particulares.

JC: ¿No se considera a sí mismo como un maestro del budismo o un gurú?
S: No. He repudiado la idea de ser un gurú debido a las connotaciones que conlleva el término. Estoy contento con aparecer como un amigo espiritual o sencillamente como un amigo. Soy bastante crítico del énfasis que los grupos tibetanos ponen en un gurú. No creo que sea bueno para el gurú, pues puede darle una idea inflada de sí mismo, ni para el discípulo, que puede hacerse dependiente y dogmático con respecto a los logros del gurú.

Cuando se conoce a alguien, no se debe asumir que se está más desarrollado que él, o que él está más desarrollado que uno. Si se entra en comunicación lo suficientemente profunda, se hace patente si uno u otro está más desarrollado, al menos en ciertos aspectos. Pero esa no debe ser la premisa. No creo que sea posible simplemente aceptar que alguien diga "¡el Lama fulano es un gran Maestro!". Este conocimiento sólo puede llegar a través de la comunicación, llegando a conocer al Lama fulano. Y si tú lo ves como alguien más desarrollado, está bien, pero no puedes insistir en que los otros lo vean igual, especialmente sobre la base de que ocupa cierta posición eclesiástica.

JC: Algunas personas han cuestionado su autoridad e incluso la autenticidad del movimiento ¿Qué responde a eso?
S: No me veo como poseedor de autoridad alguna. Como resultado del estudio y de la práctica tengo una cierta comprensión del Dharma y una cierta habilidad para comunicarla, y eso es lo que he hecho. Si la gente encuentra razonable lo que digo y si, al ponerlo en práctica, le funciona, puede optar por aceptarlo. Así lo hacía el Buda y, a mi nivel, hago lo mismo.
Yo apelo a la razón y la experiencia de la gente, eso es en última instancia la autoridad. Si hay autoridades contradictorias, uno sólo puede decidir entre ellas a la luz de su propia razón y experiencia, especialmente la experiencia espiritual.

JC: ¿Pero no hay una cierta autoridad en el AOBO?
S: Sé que los miembros de la Orden toman en serio lo que digo, pero muchos miembros de la Orden no vacilan en discrepar conmigo, y no lo veo como un signo de que algo anda mal. Por supuesto, si alguien no estuviera de acuerdo con los fundamentos, por ejemplo si alguien decidiera que el monasticismo es de superior relevancia y pidiera la ordenación monástica fuera de la Orden, le daríamos una amistosa despedida.

JC ¿Es la Orden ahora un linaje?
S: Yo no uso esa terminología, pero algunos podrían ver un linaje en el Ir al Refugio. La continuidad vendría principalmente por la ordenación, yo ya he dejado esa responsabilidad en un Colegio de miembros de la Orden que considero juegan un papel crucial. En su momento, sin duda, nuevos miembros serán admitidos a dicho Colegio, mientras que otros Preceptores tal vez se retirarán, especialmente tras haber ordenado bastante gente y sentir que deberían dedicar más tiempo a atenderla.

JC: El "Arbol del Refugio de la Orden" incluye varios maestros históricos del budismo en relación con Ud, eso sugiere un linaje.
S: Pero lo que continúa no es tanto una enseñanza específica sino la inspiración recibida de ellos, que se concentra en el común Ir al Refugio de todos ellos. Eso es lo que yo siento que transmito a otros.
La idea del linaje está asociada a ideas de origen feudal, especialmente entre los tibetanos. Linajes artificiales se construyen y la gente se siente orgullosa de pertenecer a un "poderoso" linaje, como si eso les confiriese poder.

JC: Si la inspiración de sus maestros pasa a los miembros de la Orden a través de Ud ¿Podrían ellos buscar otros maestros cuando Ud se haya ido?
S: Una enseñanza importante, la de "las Cuatro Dependencias" nos dice que hay que depender de la enseñanza (dharma), no de la persona (pudgala). Si no se siente inspiración en la enseñanza recibida en AOBO uno debe preguntarse por qué. A veces la gente se aburre con su practica de meditación y piensa que las cosas serían diferentes con otro maestro. Cabe esperar que eso pueda ocurrir cuando me vaya, ya ha pasado alguna vez mientras estaba. Pero espero que la gente continúe derivando más y más inspiración de las enseñanzas que ya han recibido.

El propio Buda, cuando le preguntaban quién sería su sucesor, contestaba: "el Dharma que he enseñado será mi sucesor". Si tras mi muerte la gente sale a buscar otro maestro, es de suponer que no le están dando la suficiente importancia al Dharma.

JC: ¿Quién se ocupa de la pureza del movimiento?
S: En términos generales toda la Orden, pero más específicamente el Colegio de Preceptores y los Presidentes, que serán responsables principalmente de mantener la armonía entre los diferentes aspectos del Movimiento y la fidelidad a mis enseñanzas. Los miembros del Colegio han estado muchos años cerca de mí y conocen mi mente.

JC: ¿El canon de la Orden ya se ha cerrado?
S: No. En absoluto. El movimiento AOBO tiene sólo alrededor de 30 años, que no es nada en términos de tradición budista.

JC: A medida que la gente madura y encuentra su propia manera de practicar el Dharma ¿Qué es lo que hará que se mantenga la unidad?
S: Doctrinalmente lo que sostendrá la unidad es la centralidad del Ir al Refugio y todo lo que surge de ello. Este énfasis es indispensable y nos distingue de otras formas de budismo. En la práctica, lo que nos unifica es, sobre todo, la observancia de los 10 principios éticos. Y, como organización, están los Preceptores y Presidentes trabajando en colaboración con los diferentes elementos del Movimiento.

JC: Dado que cada Centro AOBO es autónomo ¿No podría suceder que la gente tomara ciertos aspectos y creara Centros independientes?
S: Puede ocurrir. Pero deliberadamente establecí desde el principio la independencia legal y económica de los Centros. Los Centros deben llevar sus propios asuntos. El factor de unidad es la Orden porque los Centros son llevados por miembros de la Orden; pero es una unidad espiritual, no organizativa. No hay una organización central que dirija las diferentes "sucursales".

JC: De los cientos de maestros en Occidente ¿De quién diría haberse enriquecido espiritualmente?
S. La persona con la que había mantenido más contacto últimamente era Ayya Khema. Comenzó en el 92, en el Congreso Europeo de Unidad Budista, en Berlín. Al terminar, Ayya Khema vino a buscarme y me dijo "admiro tu valor, yo soy una mujer atrevida, pero no habría podido decir lo que tú has dicho". Lo que admiraba era que públicamente había disentido con algo que había dicho Thich Nhat Hanh. Yo pensé: "¿A qué hemos llegado?. ¿Sólo porque alguien es un prominente maestro no se puede disentir de él amistosamente?"

Este fue el comienzo de nuestra amistad. A partir de 1992 nos encontramos regularmente cuando venía a Inglaterra y mantuvimos correspondencia hasta su muerte hace un par de años. No estábamos de acuerdo en todo, pero coincidíamos en muchas cosas.

JC: ¿Cree que los occidentales tienen siempre un entendimiento superficial del budismo?
S: Bueno, han tenido durante cientos de años un entendimiento superficial del cristianismo, ¿no es así? Cuanto más ampliamente se conozca algo, más malos entendidos es probable que conlleve. Uno sólo puede esperar que haya una minoría con una comprensión profunda.

JC: Pero la gente que ha crecido en una cultura budista tendrá un mejor entendimiento de alguna manera.
S: Esos budista pueden conocer los usos y costumbres y cómo ser respetuosos con los monjes; pero pueden no conocer los principios básicos del budismo. Hay un lado bueno y un lado malo en el haber crecido en una cultura popular budista. A veces se pierde de qué trata realmente el Dharma.

JC: Se habla mucho sobre el no-sectarismo en el budismo ¿Se ha convertido AOBO en una secta?
S: Si por "secta" se entiende "organización religiosa independiente", entonces supongo que lo somos. Pero no creo que el término deba emplearse peyorativamente. La verdadera pregunta es qué quiere uno decir con "sectarismo". No se puede decir que consista simplemente en considerar que las enseñanzas propias son verdad, ni siquiera que son la única verdad. Significa aprovecharse indebidamente de la gente afiliada a otras religiones en provecho de tu propia secta. En ese sentido ha habido "sectarismo" en Irlanda del Norte, pero yo no diría que el protestantismo o el catolicismo sean sectarios.

Hoy en día, se piensa que si no crees que todas las religiones enseñan lo mismo eres sectario e intolerante, pero creo que esto es simplemente una idea confusa. De hecho, esa idea en sí es intolerante. Solía encontrar en India gente que se enfadaba y se te confrontaban si no estabas de acuerdo que todas las religiones enseñaban lo mismo que el hinduismo.
Para mí la tolerancia es la habilidad de aceptar diferencias sin que ellas conduzcan a estados mentales torpes. Debemos poder reconocer que otros tienen puntos de vista diferentes y no tener inclinación a cambiarlos, excepto a través de medios racionales. Y, por supuesto las diferencias no deben ser usadas para oprimir o sentir negatividad hacia otros.

JC: ¿Y si sintiera fuertemente que la religión de alguien le está haciendo daño, qué haría al respecto?
S: Tienes que darle más luz. Sólo se puede usar la discusión y el debate.

JC: A medida que usted se acerca a cumplir 75 años, ¿cuáles son sus pensamientos y sentimientos en torno a la vejez y la muerte?
S: Estoy consciente de no tener la energía de antaño. Miraba hace poco viejos diarios y veía que llegaba a dar cinco o seis charlas en un día. No poseo esa energía ahora y hay que aceptarlo con la mayor gallardía posible. A menos que enferme, no veo probable ningún cambio en mi forma de vida actual. Espero escribir algo más y viajar un poco. Pero acepto que mi energía está en descenso.

No me gustaría morir tras una prolongada enfermedad pero, por supuesto, no tengo elección y, si sucede, tendré que aceptarlo lo mejor que pueda. Y preferiría no tener una muerte repentina en medio de todo. Me gustaría tener al menos unos días para prepararme, pero puede que no los tenga. Hay que estar preparado para cualquier eventualidad: eso es la vejez. Eso es la vida. Disfruto mi vejez y no echo de menos mi juventud, aunque a veces me gustaría poder hacer más. Pero eso es parte de traspasar la dirección: aceptar que depende ya de otros llevar la antorcha.

JC: ¿Qué le ha proporcionado mayor alegría en su vida?
S: Cuando estaba en India trabajando con los nuevos budistas, les preguntaba a veces en qué les había hecho diferentes el budismo. Sus rostros se iluminaban y decían: "Ahora me siento libre". Esto me proporcionaba mucha alegría. Básicamente es lo mismo en occidente aunque las condiciones sean otras.
Lo que me aporta mayor felicidad ahora es recibir cartas de gente expresando la gran diferencia que ha supuesto el Dharma para sus vidas, especialmente cuando me entero de qué tan espantosas eran antes. Entonces pienso que mi vida en algún sentido ha valido la pena.

JC: ¿Y cómo le gustaría ser recordado?
S: En realidad no había pensado en ello.

JC: Pues, ahora es cuando.
S: Me gustaría ser recordado como alguien que hizo algo por los ex-intocables, porque lo que yo sentía por ellos era muy fuerte. Y me gustaría ser recordado como alguien que hizo algo por ayudar a traer el Dharma a Occidente.